Pasada la fiebre de los Oscars *baila el Jai Ho*, vuelvo con mi gusto simplón y sin criterio para hablaros de mi última y vergonzosa obsesión: Merlin. He pasado las vacaciones de Carnaval que me otorga el aguantar educar a los hijos de los demás viendo esta serie con mi estilo característico: zamparme 13 capítulos en dos días (LOL). Dos días más
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